Los polvos bronceadores son perfectos para personas con piel muy blanca, como María, que quieren darle un poco de profundidad a las facciones de su cara. También le quedan divinos a las que tienen un envidiable color dorado porque resalta aun más su tono.
A la hora de elegir los polvos bronceadores, debes tener en cuenta el tono de tu piel. Evita elegir un color muy oscuro si tu cara es muy blanca. Los polvos deben ser máximo dos tonos más oscuros que tu piel.
- Aplica en la frente desde la raíz del pelo hacia afuera y de los lados de la cabeza hacia el centro.
- Ahora en la sien, desde la raíz del pelo hacia afuera hasta que llegues al final de tus cejas.
- Después desde la oreja hacia el centro de la cara. Sigue la forma natural de tu cara al hacer el gesto de dar un beso.
- Si quieres que la nariz se vea más delgada, puedes poner un poco de polvos a los lados de arriba hacia abajo. Termina con un pequeño toque en la punta.
- Por último, pon un poco de polvos de afuera hacia adentro mientras sigues la forma natural de tu mandíbula hacia el cuello. Esto ayudará a pulir la cara y a esconder un poco la papada.
Recuerda que no debes exagerar con la cantidad de polvos porque el propósito es que se vea natural.
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