El contouring se puso de moda en los últimos años gracias a celebridades como Kim Kardashian que se le pasan hablando de sus maravillas. Hoy más que enseñarles a hacer un contorno como el que ella se hace todos los días, queremos que quede claro en qué consiste el concepto de «esculpir» las facciones con maquillaje.
A nosotras nos encanta maquillarnos pero eso no significa que nos guste andar todo el día con un pegote de ocho capas en la cara. Por eso los consejos de hoy son básicos y sencillos para que intentes hacer el contorno de tu cara identificando qué es lo que realmente quieres disimular y qué necesitas resaltar.
Lo primero que tienes que hacer es pararte frente al espejo y analizar la forma de tu cara. Por ejemplo, Juliana tiene la nariz redonda abajo, tiene fosas nasales grandes y le gustaría que sus pómulos sobresalgan más. Entonces, con un color de polvo oscuro (o con corrector, base o sombras de un tono oscuro) marcamos las partes azules que son las que Juliana quería ocultar un poco.
Después, con unos polvos más claros que el tono de la piel, marcamos las partes fucsia que son las que queremos resaltar y por eso queremos que contrasten con las más oscuras.
Lo segundo que debes hacer es difuminar muy bien todas las marcas que hiciste con una brocha grande. Difuminar es la parte clave porque así lograrás que no se note la transición entre el tono oscuro y el claro. La idea es que el resultado se vea natural porque para nosotras lo clave con el contorno es que no se note. Recuerda difuminar en el cuello también para que no parezcas con una máscara.
¡Y listo!
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