Por: Juliana Abaúnza
Hace poquito recogimos todo lo de navidad en mi casa y apenas encontré esta cinta apareció un bombillito encima de mi cabeza. Así como a Sherlock Holmes se le ocurren mil posibilidades por minuto para descifrar un caso, frente a mí empezaron a aparecer todos los posibles peinados que podía hacer con la cinta. Les voy a compartir cinco que son facilísimos de hacer (de verdad, me gasté máximo dos minutos en cada uno). Seguramente al verlo, se les van a ocurrir muchas más ideas.
MEDIA COLA
Este es el más fácil de todos. Sencillamente me cogí media colita con un caucho y lo cubrí con la cinta e hice un moño. Este peinado se ve mejor si la cinta es larguísima. Incluso si tienen el pelo corto, un moño con cintas largas se va a ver divino.
BUN TRENZADO
Para hacer este peinado, me cogí una colita, la dividí en dos e hice dos trenzas. Luego enrollé cada una y las sujeté con bobby pins. Una versión mucho más sencilla es hacer solo una trenza y en enrollarla. Después, me puse la cinta como diadema e hice un moño abajo hacia un lado.
MESSY BUN
El messy bun, o bollito desordenado, es el mejor amigo de las personas que andamos de afán o que no podemos comer con el pelo suelto porque se nos unta de sopa. Como este peinado es tan informal, a veces puede parecer como que uno salió de la casa sin ganas. Entonces, para darle un toque más arreglado, amárrenle una cinta alrededor y listo. A este no le hice moño; con un simple nudo y las dos tiras colgando se ve bien.
TRENZA
Amarrar una cinta al final, le sube la belleza a cualquier trenza. Miren esa trenza simplona y hecha de afán que me hice. Si tuviera que calificarla de 1 a 10, le pondría un 4. ¿Con una cinta? Un 10 seguro.
DOS COLITAS UNIDAS
Este peinado es la evolución del primero. Si el primer peinado es Gokú, este es Gokú Super Sayayín. Para este, corté la cinta que usé en los anteriores por la mitad. Me cogí media cola y esta vez no le hice un moño sino sencillamente un nudo con la cinta. Después, uní el pelo de la colita con el resto de mi pelo, cogí otra colita, le amarré el otro pedazo de cinta y listo. No sé si fue el peinado, la pared rosada o el saco peludo, pero me sentía como una niña buena que podría estar sentada en un campo consintiendo un corderito.
Esos son los cinco peinados que se me ocurrieron por ahora. Si se hacen alguno o si se les ocurren unos nuevos, tómense foto y mándenmelas. O súbanlas a instagram y nos taggean a @idearioblog y a mí, @julianaabaunza. Compren cintas con distintos colores, tamaños y telas. Las posibilidades son muchas.
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