Por: Juliana Abaúnza
Odié mis pecas hasta hace poco. Las escondía con maquillaje porque sentía que la cara debía tener un solo color y las pecas eran pequeñas manchitas en mi piel que parecían gritar «no tienes un tono uniforme, ña ña ña ña». Pero con el tiempo aprendí no solo a aceptarlas sino a quererlas. Y aunque salgo mucho a la calle sin maquillaje para que se vean, hay momentos complicados en los que quiero maquillarme pero no quiero que el maquillaje cubra mis pecas.
Con práctica y con la ayuda de mi mejor amigo Google, he aprendido unos trucos para maquillarme sin ocultar las pecas. Hoy les mostraré un look muy sencillo y fresco que hará que se vean arregladas pero naturales al mismo tiempo. Lo dividiré en tres partes para que ustedes paren donde quieran. Espero que les sirvan estos tips y salgan a la calle mostrando sus manchitas de melanina con orgullo.
PARTE #1: LA PIEL
Esta es la parte más importante de todo el look porque prepara el «lienzo» (me puse poética), o sea la cara. Busquen una crema hidrantante, una BB cream, una CC cream o algo que sea ligero pero les empareje el color de la cara. Yo uso una crema hidratante de Avène que se llama Hydrance Optimale Skin Tone Corrector que me encanta porque además de hidratar tiene un poquito de color entonces empareja el tono pero no es tan pesada como las bases entonces no cubre las pecas.
Después, sigue el corrector para ocultar las ojeras. Yo uso el corrector de Maybelline Instante Age Rewinder que llevo usando como 3 años y que amo con toda mi alma. Ojo, todo esto lo digo de verdad: esos dos productos están en mis favoritos y ni Maybelline ni Avène me pagan para decirlo (pero si quieren hacerlo no me pongo brava).
PARTE #2: UN POCO DE COLOR
Cuando el tono de la piel ya está como quiero que esté, sigue el rubor y el colorete. Primero, pongo un poquito de rubor rosado en los pómulos. La idea es que sea un tono que se parezca a la piel. Entonces nada de fucsias ni de bronzers. Yo en este momento estoy usando uno de Mary Kay que me tiene obsesionada porque tiene unos destellos doraditos muy sutiles; es el Mineral Cheek Color y el tono es Shy Blush. Si no saben cómo echarse bien el rubor, revisen este post de hace un tiempo en el que les explicamos.
Después sigue la boca. Antes de poner el color, me aseguro de tener los labios hidratados. Para eso uso un Nivea de los que no tienen ni color ni sabor ni nada. Después, me pongo un pintalabios rosado pero para que no se robe mucho el show pinto la boca no como normalmente lo hago sino con golpecitos suaves. Así, la boca queda de un color rosado natural y no parece que estuviera pintada. Mi favorito para lograrlo es uno de Revlon, el Pink About It Matte pero desafortunadamente ya lo descontinuaron.
PARTE #3: LOS OJOS
La idea es que el look sea muy sencillo, para que las pecas no pierdan protagonismo, entonces para los ojos opté por un color que complemente el café de las pecas y el mejor para lograrlo es el verde. Con hacer una línea delgada en las pestañas superiores e inferiores es suficiente. El resultado es una mirada mucho menos pesada que la de un delineador negro y el hecho de que sea un color no tan convencional llama mucho la atención (¿de quién? no sé, pero el punto es que llama la atención).
Para terminar, pongo una o dos capas de pestañina en las pestañas superiores e inferiores, ¡y listo! Inténtenlo en sus casas a ver cómo se sienten. Si el resultado final las hace felices pueden celebrar con una foto en la que hacen una mirada que después les va a dar mucho oso como la mía:
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