Las bolsas de tela son chéveres porque sirven desde para mercar hasta para guardar la ropa sudada después del gimnasio. Pero muchas veces no tienen personalidad porque dicen CARULLA o JUMBO y las que tienen personalidad porque ya vienen estampadas con algo chévere a veces son caras. Entonces la solución es: coger cualquier bolsa de tela, voltearla para esconderle el estampado que no le gusta a uno y estamparle algo nuevo. Lo único que necesitan es:
PARTE #1: LAS HOJAS
1. Busca diseños de hojas que te gusten y recórtalos en cartón paja o cartón cartulina. Una búsqueda rápida en google de «hojas» seguro te hará encontrar algunas que te gusten. Mira por ejemplo estas que vimos nosotras.
2. Haz varios tamaños de las hojas e incluso mezcla hojas distintas.
3. Unta el pincel con un poco de pintura y on golpes suaves, rellena las hojas.
4. Espera 15 minutos a que se seque la pintura y levanta los esténciles con cuidado.
PARTE #2: LA CUERINA
5. Para la parte de abajo de la bolsa, toma dos pedazos de cuerina y pon uno atrás y uno adelante.
6. Córtalos a lo ancho y deja al menos 2 cm para después unirlos.
7. Pega los dos pedazos de cuerina entre sí y con la bolsa.
8. Dobla lo que te sobre a lo ancho y pégalo.
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