Hoy les enseñaremos uno de nuestros peinados favoritos. Estas trenzas no son fáciles de hacer pero con práctica hasta la más torpe de nosotras lo logró. Nos encantan estas trenzas porque sentimos que sirven para cualquier cosa; desde ir al gimnasio hasta salir de fiesta.
Te recomendamos tal vez empezar a practicar en la cabeza de alguna amiga, hermana, mamá o mujer que se atraviese por el camino. Ya después cuando hayas logrado hacerlas en la cabeza de alguien más, se te hará más fácil hacértelas a ti misma.
- Divide el pelo por la mitad. Recoge con un cauchito una de las mitades y deja suelta la mitad con la que vas a trabajar.
- Desde la raíz, coge tres mechones de pelo (amarillo, rosado y azul, como en nuestra imagen) y empieza a hacer una trenza sencilla.
- A medida que vayas avanzando, irás agregando pequeños mechones nuevos al mechón amarillo, así se va formando la trenza. Hazla apretada porque así será más difícil que se te desarme y podrás ver bien cómo vas en el proceso.
- Sigue trenzando y a medida que vayas avanzando, incorpora poco a poco nuevos mechones al pedazo que se va a meter por debajo de la trenza.
- Cuando ya pases la nuca, termina de hacer la trenza como la harías normalmente.
¡Y listo! Repite el proceso en la otra mitad y tendrás uno de los peinados más chéveres en la historia de las trenzas.
Deja una respuesta