Por: Laura Camila.
Me levanto con el pelo divino y decido dejarlo suelto porque es perfecto para la comida que tengo en la noche. Cuando llego a la oficina está haciendo un calor del demonio y me lo agarro con un caucho cualquiera para poder trabajar en paz y pienso «ahorita me lo suelto». Cuando ya voy a salir me quito la moña y ahí está. LA MALDITA MARCA DE LA MOÑA. EN MI PELO.
¿Les ha pasado? Lo primero que uno piensa es en raparse la cabeza. Por eso escribimos este post. No tenemos un remedio milagroso para quitar la marca una vez ya esta hecha (además de afeitarse la cabeza, repito), pero sí tenemos tres opciones a las que pueden acudir para evitar esa marca que se convierte en nuestra peor enemiga.
MOÑAS QUE PARECEN CABLE DE TELÉFONO
Un cosito de estos cuesta 400 pesos máximo, hay de muchos colores y es maravilloso porque el pelo se mete en sus ranuras, así no se hacen marcas. La recomendación es que no le den 100 vueltas, primero, para que no se rompa y segundo, para no invocar a Voldemort: la marca del pelo. Lo consiguen en misceláneas, papelerías y hasta en puesticos de la calle.
MEDIAS VELADAS CORTADAS
Les juro que si van a su cajón de las medias veladas, van a encontrar unas rotas o que ya no usan. Cójanlas y con unas tijeras corten tiritas como se ve en la foto, pueden hacer miles del grueso que quieran y verán que no queda la marca en el pelo y sí una ponytail muy linda.
COGERSE EL PELO CON EL MISMO PELO
Este es el más fácil de todos los métodos porque necesitamos un único recurso: nuestro pelo. Enróllenlo hacia arriba y luego denle vueltas como en una cebolla. Al final deben introducir el pelo que queda sobrando en el medio para que se sostenga. Si ya quieren un look más fancy pueden continuar dando vueltas y meter la punta del pelo en la base de la «cebolla» o si tienen el pelo más corto pueden hacer el mismo procedimiento pero en una media cola.
Luchemos juntas contra la marca del pelo y si tienen más ideas ¡déjenlas en los comentarios!. Las compartiremos en Instagram para que todas nos enteremos y dejemos de sufrir.
Deja una respuesta