Esta semana queremos subir nuestro ánimo a toda costa y una de las mejores formas de lograrlo es trenzándonos el pelo. Algún día una científica visionaria sacará un estudio llamado «Hacerse trenzas: el nuevo yoga» y confirmará nuestra teoría de que las trenzas ayudan a acabar con el estrés. Apenas le coges el tiro a una trenza, puedes entrar en un trance relajante en el que solo piensas en tu pelo y no en las cosas que pasan en el mundo.
Y si una trenza distrae y calma, imagínate lo que hacen dos. Este peinado, como muchos de los que hemos hecho en este blog, parecen más complicados de lo que realmente son. Esos son nuestros favoritos. Los que parecen difíciles pero realmente son sencillos.
- Divide tu pelo en dos secciones y sujétalos con cauchitos. La que queda abajo debe ser mucho más pequeña que la otra.
- En la sección grande, haz una trenza cola de pescado. ¿No recuerdas cómo hacerla? Fresca, acá está el tutorial.
- Haz una trenza normal en la sección pequeña.
- Engorda la trenza cola de pescado para que se vea mucho más grande. Esto hará que parezcas con más pelo. En este tutorial puedes ver específicamente cómo engordarla.
- Haz lo mismo ahora con la trenza normal, la delgadita.
- Con la ayuda de bobby pins, clava la trenza delgada en la trenza gruesa.
- La idea es que la trenza delgada quede clavada a lo largo de la trenza gruesa por toda la mitad. Pon cuantos bobby pins necesites.
- Corta con mucho cuidado los cauchitos que usaste al principio.
¡Y listo! Tienes dos trenzas que se fusionan para formar una cosa muy linda de mirar.
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