Por: Juliana Abaúnza
Una de nuestras cosas favoritas en Ideario es hacer peinados. Trenzas, rollitos, ondas, peinados para oficina, peinados para matrimonios, en fin. Lo hemos hecho todo. Pero muchas veces es muy fácil decir «hazte este peinado para la oficina» y en la práctica uno no tiene casi tiempo. Por eso quise hacer el experimento de hacerme cinco peinados en cinco días, para ver si el tiempo me alcanza y si algo en mi vida cambia.
LUNES
Ayer me lavé el pelo, como dicta mi calendario semanal de cuidado de pelo, entonces hoy me levanté con el pelo lindo. Por eso, los lunes casi siempre me dejo el pelo suelto. Pero como soy una persona que cumple con su palabra, me tenía que hacer un peinado. Opté entonces por esta trenza de lado que hicimos hace unos años en el pelo de Lola.
No les mentiré. No alcancé a hacérmela en la casa porque me levanté tarde, pero llevé los cauchitos y los bobby pins a la oficina y me la hice allá. Fue fácil y rápido y pude dejarme el resto del pelo suelto. Y le di un toque especial con un gancho de abeja que compramos en Gef y que hace mucho no me ponía.
MARTES
Hoy en la mañana fui a hacer ejercicio a pesar de que tengo una gripa horrible y una alergia en los ojos que me tiene como Quasimodo. Para subirme un poco el ánimo y sentirme menos horrible, me tomé el tiempo de hacerme unas trenzas de boxeadora. Así como en ese post, empecé haciéndolas con la técnica de french braid, pero cuando ya llegué a la nuca, decidí parar, poner un cauchito y terminarlas como fishtail, parecido a como hicimos en este post de doble trenza.
Para hacer ejercicio, este es el peinado perfecto porque 1) no se me viene el pelo a la cara y 2) no se me ensucia tanto. Quedé feliz. Y para rematar una buena mañana, cuando estaba desayunando en Buenas Migas, se me acercó una chica y me dijo «están divinas tus trenzas» ❤
MIÉRCOLES
Hoy me di cuenta de que este experimento es más difícil de lo que creía. Me levanté tarde y como no alcancé a hacerme ningún peinado en la casa, pensé «me peino en la oficina». Pero todo el día estuve ocupadísima y no pude hacerme ni una simple trenza. Cuando ya eran las 9:00 p.m. caí en cuenta de que no había podido cumplir con el reto.
Lo bueno de esto es que ahora soy consciente de que muchas veces escribo acá en el blog consejos a la ligera. He escrito «Ay, miren este peinado tan lindo, es como pa’ hacérselo para la oficina», sin caer en cuenta de que no todo el mundo tiene el tiempo suficiente de estarse peinando cada mañana. Ni tampoco es una obligación. Por eso decidí no darme mucho palo; peinarse debería ser algo divertido y no una tarea más del día. Entonces, mi consejo es: háganlo cuando les nazca y cuando el tiempo les alcance.
JUEVES
Ahora que tengo mi nueva filosofía de «me haré el peinado cuando pueda», decidí que iba a pasar todo el día con el pelo suelto, pero en la noche tenía la despedida de un amigo y para eso sí quería peinarme. Entonces me hice una trenza milkmaid, que hace un tiempo les mostramos cómo hacer.
Esta es una de mis trenzas favoritas y casi nunca me la hago. Decidí que al menos una vez al mes me lo haré. Decidí hacerlo hoy porque los jueves es el día de segundo lavado y todo el mundo sabe que el día que uno se lava el pelo queda esponjoso y horrible.
VIERNES
Ya hoy se termina este experimento. Siento que han pasado 54 meses desde que empecé. Pero para conmemorar que logré terminarlo, me hice uno de mis peinados favoritos: esta fusión de dos trenzas. Estuve peinada todo el día y un par de personas en la oficina me dijeron que la trenza estaba divina, que se veía muy complicada de hacer.
Mi consejo entonces para ustedes, mujeres ocupadas, trabajadoras, estudiosas o que andan de afán, es que si quieren hacer este experimento, escojan desde el principio de la semana los cinco peinados que quieren. Y que ojalá esos cinco peinados sean fáciles de hacer… o que les sobre el tiempo, porque llevar este ritmo y crear el hábito de hacerse un peinado diario no es cosa fácil.
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