Por: Edna Cárdenas
Ilustraciones: Susana Velasco
Desde que vivo sola he tenido que recurrir a la sabiduría de mi familia y de Internet para aprender a sobrevivir en temas del hogar, como cocinar, hacerme remedios caseros para males pequeños y para saber cómo sacarle manchas a mi ropa.
Sin embargo, una de las primeras cosas que aprendí sobre el tema de cuidar la ropa es que va más allá de sacar manchas difíciles y separar la ropa por colores antes de meterla a la lavadora. Hoy quiero compartir las cosas que he aprendido muchas veces después de cometer errores irreversibles:
- Disminuye la frecuencia de lavado: Intenta no lavar tu ropa después del primero uso, a menos que sea necesario. Para lograr esto puedes colgar tu ropa después de usarla en un lugar aireado y luego guardarla en tu closet. Esto además de cuidarla, es más amigable con el medio ambiente. Los datos lo dicen: en 2007 Levis hizo un estudio global para medir la huella de carbono de sus jeans y encontró que en dos años de uso de unos jeans gastamos en promedio 3500 litros de agua, el equivalente a 6.700 vasos.
- Conoce tu ropa: El mejor aliado para esto es leer y seguir las instrucciones de lavado. Por lo general, nuestra ropa tiene una etiqueta con simbolitos raros, esos son la clave para lavarla de manera correcta. En serio, es mejor no ser tercos con estas indicaciones. Si dice que no lavar en seco, no mandes a lavar en seco, fácil.
- Deja que el aire fluya: Sabemos que este punto es difícil porque no todas podemos decidir el tamaño y forma de nuestros closets; sin embargo, intenta optimizar tu espacio para que circule aire entre las prendas colgadas. Si vives en un lugar con poca circulación de aire, que por lo general son propensos a generar humedad, pon bolsitas contra la humedad en tu closet para evitar que aparezcan hongos en tus prendas. Esas bolsitas las consigues en Home Center.
- Usa ganchos acolchonados o de madera: Usualmente los ganchos plásticos o de baja calidad se desgastan y les salen espinitas que se enredan en tu ropa y la dañan. Si no tienes ganchos de madera o acolchonados, intenta cubrir los plásticos con microporo o con la tela adhesiva blanca que venden para pegar gasa.
- Actúa rápido: Si te salpicas de tu comida favorita, lo ideal sería que inmediatamente te quitaras la prenda y la lavaras con agua fría pero como no siempre lo podemos hacer, en ese caso puedes pasarle un paño con agua fría. Si es una mancha de tinta o de vino oscuro, ponle mucha sal encima para que ésta absorba la mancha y no el tejido. Al llegar a casa o al levantarte, lava la prenda a mano.
- Evita el uso de cloro: En el mercado nos venden mil opciones que incluyen cloro para desmanchar. Este químico es altamente abrasivo y puede acabar con la calidad de tu ropa, incluso mancharla, sin mencionar que sobre color puede crear parches horribles. Si debes sacar alguna mancha difícil, intenta con recomendaciones caseras o en tu lavandería de confianza pero renuncia desde ya al cloro.
Prenda |
Almacenamiento |
Lavado |
Chaqueta de cuero sintética | Colgada en ganchos de forma ancha para evitar que se formen pliegues. | Usa jabón suave diluido en agua. Frota esta mezcla con un paño de algodón sobre la chaqueta. |
Sacos o blusas de lana (también aplica para cuellos, ruanas y bufandas) | Guardar en cajones porque colgados pueden deformarse. | NUNCA laves la lana con agua caliente o uses secadoras, podrás encoger tus prendas favoritas. Lava siempre a mano con agua fría. |
Ropa elástica (por lo general la ropa deportiva) | Doblada. | NUNCA la laves junto a toallas o prendas que suelten motas, arruinarás la textura del spandex. |
Jeans | Doblados o colgados. | No es necesario lavarlos con cada mancha o mugre que le cae. Puedes limpiar la zona afectada con un trapito blanco que no suelte motas, así te durarán más. |
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