Por: Laura Camila
El estrés parece un mito; todo el mundo habla de él, parece estar acabando con la vida de todos pero no se materializa en síntomas claros o en alguna enfermedad que sea fácil de identificar.
El estrés es un estado de cansancio mental que se produce cuando nos exigimos al máximo. Cuando vi la definición, pensé que quedaba muy libre a la interpretación de cada uno, y eso es justamente lo que necesitamos, porque el estrés no se da bajo unas condiciones específicas (trabajar de domingo a domingo o hacer mucho esfuerzo físico en nuestros quehaceres); aun cuando tenemos tiempo libre para compartir con la gente que queremos, no trabajemos todos los días o no seamos el presidente de algún país, podemos sufrir de estrés.
Según mi experiencia, hay algunos «síntomas» que pueden identificar para saber si el estrés está rondando su vida y también ideas para combatirlo. Sin embargo, antes de ver los síntomas, es importante que hagan una reflexión individual y se pregunten cuáles son las causas de su estrés (el trabajo, problemas familiares, la universidad, la pareja, etc). Esas que puse en el paréntesis son las más comunes, pero también lo pueden detonar otras razones que ni siquiera se imaginan.
SUEÑO INTERRUMPIDO
Esto no es necesariamente estar despierto toda la noche pensando en los problemas (ese es el punto máximo), pero también puede pasar que se despiertan de un momento a otro y no se pueden volver a dormir o se acuestan tardísimo mirando el celular o revisando correos.
Como ya saben, el sueño es una de las actividades que más tenemos que cuidar. Si dormimos mal, se alteran muchos procesos en nuestro cuerpo que se regulan en las horas en las que dormimos (temas hormonales, circulación, etc) pero también sufre nuestra mente; las 7 u 8 horas de sueño que tomamos diariamente, sirven para prepararnos para lo que trae cada día.
ANSIEDAD
La ansiedad, como el estrés, están de moda. Todo el mundo dice sentir ansiedad por algo, pero en realidad es más grave de lo que parece y en unas personas se manifiesta más fuerte que en otras. Mover un pie todo el día, no poder quedarse en una misma posición por más de cierto tiempo, comer chicle o fumar, son evidencias de la ansiedad que puede estar detonando el estrés.
NO TENER TIEMPO PARA LO QUE LES GUSTA
Aunque Ideario sea mi pasión, escribir este post fue todo un reto, en medio de mi propio estrés. Revisen si están dedicando mucho tiempo a sus ocupaciones o a eso que les causa estrés y están dejando muy poco para hacer lo que les gusta. No tiene que ser realizar un deporte o tocar algún instrumento, sino simplemente dormir o ver series.
SÍNTOMAS FÍSICOS
El estrés se manifiesta también en nuestro cuerpo. Cuando se nos cae el pelo a manotadas «sin razón», tenemos la piel muy seca o sufrimos de cambios de peso abruptos, puede que el estrés esté haciendo de las suyas.
Las formas en las que se materializa el estrés pueden ser miles y en cada persona son distintas. En este post, más que nombrar los síntomas, queremos hacer una reflexión sobre la gravedad del estrés. Como no acaba con nuestra vida de un tajo o muestra síntomas preocupantes (aunque no dormir y quedarse calvo a mí me parece preocupante), lo dejamos pasar desapercibido. Nuestra invitación es a que sean conscientes de esos síntomas, hagan una introspección para saber qué está causando el estrés y así poder combatirlo de mejor manera. Nosotras tenemos algunas ideas que nos han funcionado:
ENCONTRARNOS CON NOSOTRAS MISMAS
No creo que nadie nos conozca mejor que nosotras mismas. A veces nos preocupamos mucho por los demás y nos olvidamos de nosotras, aunque nos tengamos las 24 horas. No tienen que irse al monte, dejar todas sus pertenencias y sembrar su propia comida para reencontrarse. Basta con compartir tiempo de calidad solas. Juliana nos mostró 5 cosas para hacer sola que les pueden servir como ejemplo para que dejen de tenerse miedo a ustedes mismas.
BUSCAR AYUDA EN EL EXTERIOR
Cuando estoy en mis picos de estrés, me funciona mucho hablar con alguien más para entender mejor por qué está pasando. A veces el solo hecho de sacar lo que sientes o piensas de tu boca, hace que seas más consciente. Todos tenemos un confidente, alguien que parece entendernos y escucharnos muy bien. Busquen a esa persona y desahóguense.
También pueden acudir a gotas o remedios naturales. María Alejandra y Juliana contaron su experiencia con el Bon Rescate precisamente para momentos de estrés álgido. También pueden usar esencias naturales (nuestra favorita es la de lavanda) porque los aromas tienen un poder muy fuerte en nuestra mente; basta con echarnos un poquito detrás de las orejas para sentirnos relajadas.
MEDITAR
La palabra «meditar» me da un poco de miedo porque inmediatamente me imagino en túnica sentada en el piso y nunca tengo tiempo para hacer eso. Con el tiempo he descubierto que la meditación no necesita tanta logística. Basta con que vayan a alguna sesión con un experto para que aprendan y luego lo pueden hacer en su casa por medio de apps o incluso con música tranquila, en una posición cómoda, tomar 5 minutos para ser conscientes de la vida. A inicio de año Lola nos mostró cómo tener nuestro propio espacio de meditación.
CUIDARNOS
Cosas tan simples como compartir tiempo con nuestras amigas, hacernos una mascarilla, cocinar para nosotras mismas, prepararnos un cóctel o hacer ejercicio, pueden hacer la diferencia y disminuir el estrés.
Jueguen, al menos una vez a la semana, a tener un momento de esparcimiento que las haga sentir bien. No dejen que se les pase la vida trabajando, trasnochando y de afán, porque cuando menos lo piensen todos los estragos que causa el estrés son irreversibles. Cuidemos de nosotras mismas, nadie lo hará mejor que nosotras.
Queremos saber sus experiencias con el estrés. Cuéntennos en los comentarios o en nuestro Instagram: @idearioblog.
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