Si los ojos son la ventana del alma, haz de cuenta que las cejas son las cortinas. A nadie le gustan las cortinas descoloridas, desarregladas… o… con pocos pelos. No sé cómo más continuar con esta analogía pero el caso es que es importante que arregles tus cejas. Maquillarlas de la forma correcta destacará tus ojos y tu cara se verá revitalizada. Es magia visual, créeme.
Los implementos que necesitas son fáciles de conseguir. La única recomendación que debo hacerte es que busques un delineador café que sea lo más parecido al color natural de tu pelo.
- Antes de empezar, aplica tu base y tu corrector como normalmente lo haces.
- Haz dos líneas con el lápiz café: una en la base de las cejas y otra en la parte superior. Sigue la forma natural de tus cejas, no te pongas a inventar formas que no existen.
- Con el pincel de cejas, difumina el lápiz café en la dirección de las líneas azules (de la raíz de las cejas hacia arriba). Después sigue en la dirección de las líneas rosadas (de la parte superior de las cejas hacia abajo).
- Con el lápiz blanco, delinea por fuera de las cejas. Este paso las resaltará y hará que tus ojos sean el punto focal de tu cara.
- Difumina el delineador blanco con un dedo en la dirección en la que van las flechas (de las cejas hacia afuera).
Con estos cinco pasos cambiarás tus ojos de una forma que no se ve artificial ni inspirada en un payaso. Sé que las primeras veces que uno se maquilla las cejas es rarísimo (yo me miraba durante minutos y minutos y minutos porque me sentía diferente) pero rápidamente notarás que ese cambio es bueno.
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